sábado, 5 de marzo de 2011

DE VUELTA Y CON DULCE SABOR A NARANJA

Vuelvo. Retomo lo que deje en el olvido por más de un año. Causas varias. Justificaciones, siempre se pueden inventar todas las justificaciones que queramos sobre lo que queramos. Al fin y al cabo son mentiras a medias.

Esta vez vuelvo sin promesas. Estoy cansado de no cumplir lo que prometo. Tan solo espero, espero que no vuelva a llevárselo el olvido. Ese es el reto. El objetivo.

Si, es cierto hay un cambio de look. Necesario, casi obligado. Para retomar con entusiasmo este viaje de vuelta. ¿Duración? Indeterminada.

El mismo entusiasmo que se vio el otro día en la Fonteta. El mismo entusiasmo que le puso Pesic cuando cogió maltrecho y malherido al Power Electronic Valencia. Unos cuantos meses después hace historia. Entre los ocho mejores de Europa.

Como me hubiera gustado estar ahí. De hecho, cuando termino el partido, me pregunte que estoy haciendo aquí, porque no estoy allá. ¿Qué hubiera pasado si....? Y demasiados hubiera pasado se cruzaron por mi mente. Y entonces me di cuenta que no podía disfrutar como me hubiera gustado disfrutar de la gran hazaña que acababa de lograr el Power Electronic Valencia.

Sin Claver por motivos físicos. Con Javtokas y Savanovic como gladiadores bajo los tableros, con el talento de Rafa Martinez, que esta vez tardo en llegar, pero llegó. Con el ejercicio de dirigir un equipo que aplico Cook, más que excelente su partido. Con un pabellón a rebosar, con una afición que se volcó con su equipo, que creyó en él. Sin dudas, sin vértigo, sin miedo. Así, así se gesto una hazaña.

Bajo la batuta y las normas de alguien que sabe lo que se hace, el señor Pesic, puede gustar o no gustar, pero lo que es indudable es su trabajo, sus ganas, lo que disfruta con este deporte. Magnifico una vez más.

Cuando cogió el equipo, lleno de heridas, lleno de frustración, al borde de la agonía. Supo entrar en el problema, y encontrar soluciones, supo lapidar la falta de autoestima e impuso una seguridad y una soberbia sobre sus jugadores necesarios, incluso poética por momentos. Llegados hasta tal punto que saco lo mejor de Claver, gran futuro, esperemos que lo que vemos todos un día lo vea Scariolo también y le dé la oportunidad que se merece.

Así con el Madrid en el horizonte, un club herido, y perdido en un mar de incertidumbres. Hasta Messina se ha bajado del barco. Y eso que los resultados no eran malos, pero la imagen, la imagen, eso que se ha vuelto tan importante en este siglo XXI es como la de la expresión de un niño que no sabe lo que pasa a su alrededor. El Madrid actúa por inercia, no por Baloncesto. Y esa diferencia, esa es una brecha muy grande de superar.

En el otro lado del espejo el Barcelona de Xavi Pascual. Una orquesta afinada, y que sabe lo que se hace. Sabe que cuando salta a la pista, la cancha se encuentra bajo sus pies.

P.D: El otro día me preguntaron un ruido: Y yo dije dos. El bote de una pelota sobre el parquet, y el de unas zapatillas al rozarlo, igual que si estuvieran pinchando un buen disco.

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