sábado, 8 de agosto de 2009

PEPU EL MAESTRO

Después del post de presentación, no tenía muy claro por donde empezar, donde elegir entre tanto abanico de posibilidades. Que quede entre nosotros, realmente la duda estaba entre dos opciones: A) La selección española de Baloncesto B) Pepu Hernández. Y al final me he decantado por este último. ¿Por qué? Fácil respuesta, porque el titulo de este blog sencillo y claro esta sacado de sus palabras, esas palabras mágicas que pronunció el día que España fue campeona del mundo.

Nunca entenderé a los políticos, a los grandes magnates, o a los que les dan cargos de poder y no están preparados para ello. Por eso nunca llegaré a comprender porque la Federación de Baloncesto le hizo lo que le hizo a Pepu Hernández. Esta claro que en el momento que se tomo la decisión de prescindir de Pepu nadie de la Federación, tomara quien tomara la decisión le interesaba el Baloncesto. Y le hicieron a mi parecer una gran putada, dejar de participar en unos juegos olímpicos.

Hasta entonces Pepu había demostrado con creces que es uno de los mejores entrenadores que te puedes encontrar por Europa. A parte de su brillante trayectoria por el Estudiantes, (seguramente el club de toda su vida), encandiló al mundo cuando se hizo cargo de la selección de baloncesto española. Nos enamoro, nos maravillo, y nos regalo el mejor sueño de todos los posibles, convertir a España en campeona del mundo. En una final épica, con tintes dramáticos (la muerte de su padre, la lesión de Pau Gasol) y con un final sensacional. Dio una lección de cómo hay que defender en un partido. Quizás fue el primer partido de mi vida donde disfrute más con la defensa que con el ataque. Y eso los que sabemos de esto, o los que mejor dicho nos gusta este bello deporte lleno de espectáculo y acciones impresionantes, son palabras mayores.

Es cierto que luego se perdió el europeo de Madrid, aun me chirrían los dientes al recordarlo, pero no fue por culpa de Pepu. Esa final por lo que fuera, vete a saber porque. El destino, caprichoso esa tarde noche le quiso amargar la fiesta al combinado nacional. Y luego vino lo que nadie quería que pasara, una ruptura de la cual quien salió perdiendo fue el baloncesto. Porque dejar de ver jugar a un equipo bajo las ordenes de Pepu, deja un vació insustituible que falta por rellenar, y la única manera para ello es que vuelva a ejercer de entrenador. Gracias por regalarnos tantas lecciones magistrales de este maravilloso deporte, se te echa de menos. Vuelve pronto.

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